Posteado por: Samuel Avilés Domínguez | 2010/04/14

La realidad social

Inntrucción general: lee toda esta página antes de realizar las actividades de lectura y escritura.

La realidad social

Adam Shaft dice que  la realidad se entiende  como la clase de objetos sobre los que hablamos y que se caracterizan porque existen fuera e independientemente de nosotros; es decir, objetivamente. Dicho concepto vale tanto para los objetos naturales y como para los sociales. Algunos teóricos plantean que la realidad es construída a través del lenguaje, otros dicen que el lenguaje es un reflejo de la realidad. ¿Por qué es importante el lenguaje en la sociedad?

Leeremos primero un texto de Sergio Bagú titulado Primera meditación sobre la naturaleza de la realidad social. El texto nos plantea  que la realidad social, es una realidad relacional, en este sentido es compleja como lo expone Niklas Luhmann que dice: » Como instrumento de observación y de descripción, el concepto de complejidad puede aplicarse a todos los estados de cosas posibles; con tal de que el observador esté en condiciones de distinguir entre elementos y relaciones respecto de una complexión que el mismo indica como compleja. No debe tratarse necesariamente de sistemas. También el mundo es complejo. El concepto no presupone ni siquiera que una complexión lo sea solo de un modo.»

Ya teniendo claro que la realidad social es una realidad relacional  y complexa entre seres humanos, vamos a leer el texto de Peter L. Berger y Thomas Luckmann Fundamentos del conocimiento en la vida cotidiana, en este texto nos explican  los autores de una manera personal y extensa la formas y mecanismos que se utilizan para contruir la realidad cotidiana, la importancia de la interacción y del lenguaje para que se de dicha construcción.

Ya hechas las lecturas, discutir sobre los siguientes tópicos:

Desde la postura de Sergio Bagú, ¿Qué se entiende por praxis dialéctica? ¿Qué se entiende por esquema de definición individual participante? ¿Cuáles serían las inserciones previas de  sus alumnos que están atendiendo actualmente?

Ya que ubicamos  a los sujetos-alumnos  insertados en un nuevo grupo social (la escuela, el grupo escolar) y de  acuerdo al texto de Peter L. Berger  y Thomas Luckmann ¿Cómo se construye la realidad cotidiana? ¿Qué tipos de interacciones se viven en la realidad de la vida cotidiana? ¿Qué papel juega el lenguaje en la construcción de la realidad de la vida cotidiana? ¿Cuáles serían los esquemas tipificadores que se viven cotidianamente en el aula?.

Sus comentarios no necesariamente lo pueden hacer de manera conjunta, los pueden ir haciendo en partes.


Respuestas

  1. ¡Hola compañeros y compañeras! 🙂
    Aquí reportándome.
    Presento la 1a. parte de mi aportación.

    Sergio Bagú menciona que la realidad social se vive como praxis. Pero que se debe hacer una salvedad: la participación puede expresarse mediante conducta en el sentido tradicional del vocablo, o mediante omisión.
    Por lo tanto, entiendo que praxis dialéctica aquí quiere decir participación mediante acción u omisión.

    Entiendo por esquema de definición individual participante a mi historia individual como ser humano que tengo y a la historia individual de cada uno de los seres humanos con los que interactuó. Soy un ser vivo participante de lo social. El esquema de definición individual participante es una especie de síntesis de la historia individual (puede ser activo, cuando conduce a modificar una situación o pasivo, cuando contribuye a reiterarIa).
    La inserción es un proceso con cierta duración, en el que cada individuo es portador de su propia historia personal, que no sólo es pasado sino cosmovisión, modo de hacer en el presente y actitud preparatorio del futuro. La pertenencia anterior a grupos, la educación, institucionalizada y no institucionalizada, y el cúmulo de experiencias conducen al individuo a construir su propia cosmovisión –siempre en parte explícita y en parte implícita- que, en definitiva, está formada por conocimiento, matrices lógicas, carga emocional, mecanismos mentales mágicos, escala de valores, aspiraciones e inclusive un arsenal de simbolismos con los que el hombre se comunica y, simultáneamente, ordena su propia actividad mental.

    Actualmente soy responsable de un grupo de 15 niños y 23 niñas de entre 6 y 7 años de edad, que están cursando el quinto bimestre del Primer Grado de Educación Primaria. Considero que sus inserciones previas serían: su nacimiento en determinada familia (funcional o disfuncional; integrada o desintegrada), clase social (baja-baja, baja-media o baja-alta); nivel de escolaridad de la familia, contexto cultural del cual proviene la familia (naucalpense, mexiquense o de otro estado de la República), años cursados en el nivel de Preescolar, localidad o colonia donde viven, principalmente.

    Chaito… y nos seguimos leyendo.
    Afectuosamente: Marta Noemí 😉

  2. Continuo con mis aportaciones:)
    Estoy un «poquito» trabajocita. Ja ja ja

    Según Peter L. Berger y Thomas Luckmann, la realidad cotidiana se construye o es pues aprehendida en un continuum de tipificaciones que se vuelven progresivamente anónimas a medida que se alejan del «aquí y ahora» de la situación «cara a cara».
    La realidad de la vida cotidiana es algo que comparto con otros. La experiencia más importante que tengo de los otros se produce en la situación «cara a cara», que es el prototipo de la interacción social y del que se derivan todos los demás casos. El mundo de la vida cotidiana no solo se da por establecido como realidad por los miembros ordinarios de la sociedad en el comportamiento subjetivamente significativo de sus vidas. Es un mundo que se origina en sus pensamientos y acciones, y que está sustentado como real por éstos.

    El tipo de interacciones que se viven en la realidad de la vida cotidiana están sustentadas en lo práctico, en lo que me es útil en el momento. Ya que la distribución social del conocimiento arranca del simple hecho de que no sé todo lo que saben mis semejantes, y viceversa, y culmina en sistemas de idoneidad sumamente complejos y esotéricos. El conocimiento, al menos en esbozo, de cómo se distribuye el acopio de conocimiento con alcance social, es un elemento importante de dicho acopio. En la vida cotidiana sé, al menos someramente, lo que puedo ocultar y de quién, a quién puedo acudir para saber lo que no sé y, en general, cuáles son los tipos de individuos de quienes cabe esperar que posean determinados tipos de conocimiento. Es bueno percatarse de esto para bajar el nivel de angustia en nuestras relaciones.
    Por otro lado, mis relaciones con otros no se limitan a asociados y contemporáneos. También se refieren a mis antecesores y sucesores, a los que me han precedido y me sucederán en la historia total de mi sociedad. La estructura social es la suma total de estas tipificaciones y de las pautas recurrentes de interacción establecidas por intermedio de ellas. En ese carácter, la estructura social es un elemento esencial de la realidad de la vida cotidiana.

    El papel que juega el lenguaje en la construcción de la realidad de la vida cotidiana es fundamental; ya que el lenguaje usado en la vida cotidiana me proporciona continuamente las objetivaciones indispensables y dispone el orden dentro del cual éstas adquieren sentido y dentro del cual la vida cotidiana tiene significado para mí.
    El lenguaje tiene una expansividad tan flexible como para permitirme objetivar una gran variedad de experiencias que me salen al paso en el curso de mi vida y un signo puede distinguirse de otras objetivaciones por su intención explícita de servir como indicio de significados subjetivos. La comprensión del lenguaje es esencial para cualquier comprensión de la realidad de la vida cotidiana.
    Entonces si me esfuerzo en comprender el lenguaje –oral, escrito, no verbal- estoy en mejores posibilidades de comunicarme con los demás de manera asertiva y reducir los conflictos que se generen por la relación que se da con ellos. Es decir, reduzco la posibilidad de hacer suposiciones.

    Antes de responder al cuestionamiento de los esquemas tipificadores que se viven cotidianamente en el aula, quiero hacer mención a lo siguiente –como forma de contextualizarme-:
    Entre las múltiples realidades existe una que se presenta como la realidad por excelencia. Es la realidad de la vida cotidiana. Su ubicación privilegiada le da derecho a que se la llame suprema realidad. Y cada integrante de la Comunidad Educativa tiene su realidad cotidiana, que la vive en su estado de vigilia.
    Además de que la tensión de la conciencia llega a su apogeo en la vida cotidiana, es decir, ésta se impone sobre la conciencia de manera masiva, urgente e intensa en el más alto grado. El mundo de la vida cotidiana se impone por sí solo y cuando se quiere desafiar esa imposición se debe hacer un esfuerzo deliberado y nada fácil.
    Ahora bien, el sentido común encierra innumerables interpretaciones pre-científicas y cuasi-científicas sobre la realidad cotidiana, a la que da por establecida. Y la realidad de la vida cotidiana contiene esquemas tipificadores en cuyos términos los otros son aprehendidos y «tratados» en encuentros «cara a cara».
    Entonces los esquemas tipificadores que se viven cotidianamente en el aula son las relaciones: maestra-alumnos y alumnas; alumnas-alumnas; alumnos-alumnos; alumnos y alumnas; maestras-maestras; maestros-maestros; maestros-maestras; alumnos y alumnas-maestra; padres y madres-alumnos y alumnas; padres y madres-maestra, principalmente. Por lo tanto, en el aula confluyen tantas realidades cotidianas como miembros existen y participan en el grupo. ¡Menuda tarea la que tenemos los docentes! Tener la capacidad de interactuar y negociar con esas distintas realidades cotidianas; en un tiempo y espacio determinado, que es el salón de clases.

    Bueno, hasta aquí llegué en esta aportación.
    Nos seguimos leyendo.
    Chaito 😉

  3. Hola a todos!!!
    Mis comentarios son los siguientes:

    Desde la postura de Sergio Bagú,

    * ¿Qué se entiende por praxis dialéctica?
    La participación que se manifiesta dentro de la realidad social. Puede ser directa o indirecta, pero en ambas circunstancias es importante.
    La participación puede expresarse mediante conducta en el sentido tradicional del vocablo, o mediante omisión.

    * ¿Qué se entiende por esquema de definición individual participante?
    Es un proceso en el que cada individuo es creador de su propia historia personal, en donde existe una interacción de acontecimientos de su pasado que actúan transformando su presente y van construyendo las circunstancias para prepararlo para su futuro.

    Influyen factores tales como la pertenencia a grupos, la educación, formal y no formal, el cúmulo de experiencias que conducen al individuo a construir su realidad social. Ésta es integrada por conocimientos, valores, destrezas, actitudes, aptitudes, emociones, sentimientos, aspiraciones, retos, que lo definirán como un participante activo o inactivo en su realidad social.

    * ¿Cuáles serían las inserciones previas de sus alumnos que están atendiendo actualmente?
    Como integrante de mi grupo de 6° “B”, van adquiriendo una identidad propia, que se va fortaleciendo en la interacción con los demás; van descubriendo sus habilidades y destrezas, lo que les permite tener un rol como participes activos en las distintas actividades escolares. En la práctica diaria de valores van forjando una personalidad y un criterio como “entes sociales”. Entre otras cosas.

    * * *

    Ya que ubicamos a los sujetos-alumnos insertados en un nuevo grupo social (la escuela, el grupo escolar) y de acuerdo al texto de Peter L. Berger y Thomas Luckmann

    ¿Cómo se construye la realidad cotidiana?
    A partir de las interacciones entre los diferentes actores de la vida social.

    ¿Qué tipos de interacciones se viven en la realidad de la vida cotidiana?
    Tratando de entender el texto, los autores explican que es una interacción “cara a cara”.
    Lo entiendo como un acto recíproco de sentimientos, emociones, experiencias que afectan a dos entes sociales, en el que la acción de uno, trae como consecuencia una reacción del otro y viceversa.

    ¿Qué papel juega el lenguaje en la construcción de la realidad de la vida cotidiana?
    Según los autores, “el lenguaje, es el sistema de signos más importante de la sociedad humana. Su fundamento descansa, por supuesto, en la capacidad intrínseca de expresividad vocal que posee el organismo humano”
    Yo lo entiendo como un sistema complejo que tiene como función social comunicar significados (emociones, sentimientos, verdades, mentiras ), por lo tanto, juega un papel fundamental en toda realidad social.

    ¿Cuáles serían los esquemas tipificadores que se viven cotidianamente en el aula?
    (Como no me queda clara esta parte, la dejo pendiente).

    Nos seguimos leyendo…

  4. ¡Hola!

    Continuamos con el trabajo del tercer módulo, interesante al igual que el segundo. Mis aportaciones son las siguientes:
    La praxis dialéctica es una práctica de comunicación entre los individuos inmersos en una realidad social; la cual se manifiesta como un proceso recíproco entre los seres humanos, quienes participan mediante acciones u omisiones.
    El esquema de definición individual participante, es la historia personal y cosmovisión ( conocimientos, emociones, habilidades mentales, valores, aspiraciones, creencias, simbolos de comunicación, etc) que posee todo ser humano; construyendose desde su nacimiento y edificandose a través de sus inserciones previas y básicas (pertenencia anterior a grupos, educación formal e informal y experiencias acumuladas). Toda esa personalidad del ser humano tiene una función participativa en cada grupo social en que está imnerso.
    Las inserciones previas de mis actuales alumnos serían los siguientes: miembro de una familia nuclear, de un grupo de amigos, familiares y vecinos, miembro de grupos escolares de preescolar, ciudadano de un municipio, estado y país, integrante de clase social media o media baja, miembro de un grupo deportivo, religioso e integrante de grupos escolares primero,segundo,tercero y cuarto de primaria.

    Hasta pronto, felices días.

  5. Un cordial saludo compañeros (as).

    En este apartado de nuestro viaje por la realidad social, me resultó un proceso interesante, vislumbrar las relaciones que se establecen y que de alguna manera lo habiamos abordado desde un punto de vista psicológico pero que al constatar el análisis de los textos presentados resaltan la importancia de las relaciones como generadoras de conocimiento.
    Bien en cuanto a la postura de Sergio Bagú:
    ¿Qué se entiende por praxis dialéctica?
    La distribución social del conocimiento de ciertos elementos que constituyen la realidad cotidiana puede llegar a ser sumamente compleja y hasta confusa para el que mira desde afuera. Acción y retroacción tan íntimamente ligadas que a menudo es imposible diferenciarlas.

    Proceso dialéctico, en el sentido de que engendra incesantemente circuitos de reconfiguración de los actores, que sin embargo no pueden jamás –porque son seres vivos- repetir el fragmento de la realidad que acaban de vivir.
    Porque no podría dibujarse como una línea recta de la misma densidad: sus recorridos son algo similares a los de un circuito pero, como parecen transcurrir no en un plano sino en varios, pueden evocar una espiral.
    La realidad social se vive como praxis. Pero debemos hacer una salvedad: la participación puede expresarse mediante conducta en el sentido tradicional del vocablo, o mediante omisión. Praxis aquí quiere decir participación mediante acción u omisión.
    ¿Qué se entiende por esquema de definición individual participante?
    Su propia historia individual como ser humano; es decir, como ser vivo participante de lo social.
    Es un, proceso, con cierta duración, en el que cada individuo es portador de su propia historia personal, que no sólo es pasado sino cosmovisión, modo de hacer en el presente y actitud preparatorio del futuro.
    La pertenencia anterior a grupos, la educación, institucionalizada y no institucionalizada, y el cúmulo de experiencias conducen al individuo a construir su propia cosmovisión –siempre en parte explícita y en parte implícita- que, en definitiva, está formada por conocimiento, matrices lógicas, carga emocional, mecanismos mentales mágicos, escala de valores, aspiraciones e inclusive un arsenal de simbolismos con los que el hombre se comunica y, simultáneamente, ordena su propia actividad mental, especie de síntesis de la historia individual (que puede ser activo, cuando conduce a modificar una situación o pasivo, cuando contribuye a reiterarIa).
    La cosmovisión, en contacto con la realidad inmediata, puede traducirse en un esfuerzo por explicar y explicarse el conjunto del proceso en términos lógicos (teorización) o por descubrir una realidad, visible o subyacente, a la cual el individuo se enfrenta inventando una arquitectura de signos sensibles (mensaje estético) .
    ¿Cuáles serían las inserciones previas de sus alumnos que están atendiendo actualmente?
    Basta con que su cosmovisión sea suficientemente dinámica para que su participación en lo social no sea un acto total e irreparablemente mecánico; para que adquiera algún acento diferencialmente humano, alguna dosis de aspiración y decisión y, por ende, abra alguna posibilidad diferente mañana respecto de lo que el mundo es hoy.
    Tanto la teorización como el mensaje estético son modos básicos de participación; es decir, integran los elementos más indispensables de la realidad social.
    Deber considerar: La materia prima de la realidad social humana está formada por los tres elementos siguientes:
    1. una praxis dialéctica;
    2. otras inserciones previas;
    3. un esquema de definición individual participante
    Todo es conectarse e integrarse; todo es conjuntos de hombres y conjuntos funcionales en un tiempo y sobre un espacio determinados. Pero esos conjuntos no tienen todos el mismo valor en la historia de nuestra vida.
    En la realidad actúan, por lo menos, estos dos procesos:
    1. ordenamientos incesantes de hombres y fenómenos;
    2. gestación de diferencia cualitativa entre los ordenamientos, en función de su naturaleza y de las consecuencias que generan.

    praxis dialéctica se reitera, pero siempre con alguna tonalidad cambiante

    Los conjuntos (es decir, materia prima más instrumental), fenómenos en sucesiva gestación, se nos presentan como indispensables los unos a los otros, pero en plazos muy disímiles.

  6. Saludos
    Continuando con la puesta en común de este apartado de acuerdo al texto de Peter L. Berger y Thomas Luckmann:
    ¿Cómo se construye la realidad cotidiana?

    Los objetos diferentes aparecen ante la conciencia como constitutivos de las diferentes esferas de la realidad.
    La tensión de la conciencia llega a su apogeo en la vida cotidiana, es decir, ésta se impone sobre la conciencia de manera masiva, urgente e intensa en el más alto grado. Es imposible ignorar y aún más difícil atenuar su presencia imperiosa.
    La realidad de la vida cotidiana se presenta ya objetivada, o sea, constituida por un orden de objetos que han sido designados como objetos antes de que yo apareciese en escena.
    Yo experimento la vida cotidiana en grados diferentes de proximidad y alejamiento, tanto espacial como temporal.
    El conocimiento del sentido común es el que comparto con otros en las rutinas normales y auto-evidentes de la vida cotidiana.
    La estructura temporal de la vida cotidiana no solo impone secuencias preestablecidas en la agenda de un día cualquiera, sino que también se impone sobre mi biografía en conjunto
    La realidad de la vida cotidiana se organiza alrededor del «aquí» de mi cuerpo y el «ahora» dé mi presente. Este «aquí y ahora» es el foco de la atención que presto a la realidad de la vida cotidiana. Lo que «aquí y ahora» se me presenta en la vida cotidiana es lo realissimum de mi conciencia.
    La realidad de la vida cotidiana se me presenta además como un mundo intersubjetivo, un mundo que comparto con otros.
    En realidad, no puedo existir en la vida cotidiana sin interactuar y comunicarme continuamente con otros.
    La temporalidad es una propiedad intrínseca de la conciencia. El torrente de la conciencia está siempre ordenado temporalmente.
    Tanto mi organismo como la sociedad a que pertenezco me imponen, e imponen a mi tiempo interior, ciertas secuencias de hechos que entrañan una espera.
    La estructura temporal de la vida cotidiana me enfrenta a una facticidad con la que debo contar, es decir, con la que debo tratar de sincronizar mis propios proyectos.
    El tiempo en la realidad cotidiana es continuo y limitado.
    ¿Qué tipos de interacciones se viven en la realidad de la vida cotidiana?
    La experiencia más importante que tengo de los otros se produce en la situación «cara a cara», que es el prototipo de la interacción social y del que se derivan todos los demás casos.
    En la situación «cara a cara» la subjetividad del otro me es accesible mediante un máximo de síntomas.
    Se sigue que las relaciones con otros en la situación «cara a cara» son sumamente flexibles. Dicho en forma negativa, es comparativamente difícil imponer pautas rígidas a la interacción «cara a cara». Sean cuales fueren las pautas impuestas, serán constantemente modificadas por la enorme variedad y sutileza del intercambio de significados subjetivos que se produce.
    La realidad de la vida cotidiana contiene esquemas tipificadores en cuyos términos los otros son aprehendidos y «tratados» en encuentros «cara a cara». De ese modo, puedo aprehender al otro como «hombre», como «europeo», como «cliente», como «tipo jovial», etc. Todas estas tipificaciones afectan continuamente mi interacción con él cuando, por ejemplo, decido invitarlo una noche para que se divierta antes de tratar de venderle mi producto.
    El grado de interés y el grado de intimidad pueden combinarse para aumentar o disminuir el anonimato de la experiencia.
    Mis relaciones con otros no se limitan a asociados y contemporáneos. También se refieren a mis antecesores y sucesores, a los que me han precedido y me sucederán en la historia total de mi sociedad.
    ¿Qué papel juega el lenguaje en la construcción de la realidad de la vida cotidiana?
    El lenguaje usado en la vida cotidiana me proporciona continuamente las objetivaciones indispensables y dispone el orden dentro del cual éstas adquieren sentido y dentro del cual la vida cotidiana tiene significado para mí.
    El lenguaje marca las coordenadas de mi vida en la sociedad y llena esa vida de objetos significativos.
    El lenguaje común de que dispongo para objetivar mis experiencias se basa en la vida cotidiana y sigue tomándola como referencia, aun cuando lo use para interpretar experiencias que corresponden a zonas limitadas de significado.
    La expresividad humana es capaz de objetivarse, o sea, se manifiesta en productos de la actividad humana, que están al alcance tanto de sus productores como de los otros hombres, por ser elementos de un mundo común.
    Un caso especial de objetivación, pero que tiene importancia crucial es la significación, o sea, la producción humana de signos.
    Un signo puede distinguirse de otras objetivaciones por su intención explícita de servir como indicio de significados subjetivos. Por cierto que todas las objetivaciones son susceptibles de usarse como signos, aun cuando no se hubieran producido con tal intención originariamente.
    Los signos se agrupan en una cantidad de sistemas. Así pues, existen sistemas de signos gesticulatorios, de movimientos corporales pautados, de diversos grupos de artefactos materiales, y así sucesivamente. Los signos y los sistemas de signos son objetivaciones en el sentido de que son accesibles objetivamente más allá de la expresión de intenciones subjetivas «aquí y ahora».
    Los signos y los sistemas de signos se caracterizan todos por su «separatividad», pero pueden diferenciarse según el grado en que pueda separárselos de las situaciones «cara a cara».
    Las objetivaciones comunes’ de la vida cotidiana se sustentan primariamente por la significación lingüística.
    La vida cotidiana, por sobre todo, es vida con el lenguaje que comparto con mis semejantes y por medio de él. Por lo tanto, la comprensión del lenguaje es esencial para cualquier comprensión de la realidad de la vida cotidiana.
    El lenguaje es capaz de transformarse en depósito objetivo de vastas acumulaciones de significado y experiencia, que puede preservar a través del tiempo y transmitir a las generaciones futuras.
    El lenguaje hace «más real» mi subjetividad, no solo para mi interlocutor, sino también para mí mismo.
    El lenguaje tiene una expansividad tan flexible como para permitirme objetivar una gran variedad de experiencias que me salen al paso en el curso de mi vida.
    Por medio del lenguaje puedo trascender el espacio que separa mi zona manipulatoria de la del otro; puedo sincronizar mi secuencia de tiempo biográfico con la suya, y dialogar con él sobre individuos y colectividades con los que de momento no estamos en interacción «cara a cara». Como resultado de estas trascendencias, el lenguaje es capaz de «hacer presente» una diversidad de objetos que se hallan ausentes —espacial, temporal y socialmente— del «aquí y ahora». Ipso facto una enorme acumulación de experiencias y significados puede llegar a objetivarse en el «aquí y ahora».
    El lenguaje es capaz no solo de construir símbolos sumamente abstraídos de la experiencia cotidiana, sino también de «recuperar» estos símbolos y presentarlos como elementos objetivamente reales en la vida cotidiana.
    De esta manera, el simbolismo y el lenguaje simbólico llegan a ser constituyentes esenciales de la realidad de la vida cotidiana y de la aprehensión que tiene de esta realidad el sentido común. Vive todos los días en un mundo de signos y símbolos.
    El lenguaje constituye campos semánticos o zonas de significado lingüísticamente circunscritos. El vocabulario, la gramática y la sintaxis se acoplan a la organización –de esos campos semánticos. Así pues el lenguaje elabora esquemas clasificadores para diferenciar los objetos según su ―género‖ (cuestión muy diferente del sexo, por supuesto) o su número; formas para predicados de acción opuestos a predicados de ser; modos para indicar grados de intimidad social, y demás.
    ¿Cuáles serían los esquemas tipificadores que se viven cotidianamente en el aula?.
    La realidad social de la vida cotidiana es pues aprehendida en un continuum de tipificaciones que se vuelven progresivamente anónimas a medida que se alejan del «aquí y ahora» de la situación «cara a cara».
    La estructura social es la suma total de estas tipificaciones y de las pautas recurrentes de interacción establecidas por intermedio de ellas. En ese carácter, la estructura social es un elemento esencial de la realidad de la vida cotidiana.
    El lenguaje también tipifica experiencias, permitiéndome incluirlas en categorías amplias en cuyos términos adquieren significado para mí y para mis semejantes. A la vez que las tipifica, también las vuelve anónimas, porque por principio la experiencia tipificada puede ser repetida por cualquiera que entre dentro de la categoría en cuestión
    El cúmulo social de conocimiento me proporciona, además, los esquemas tipificadores requeridos para las rutinas importantes de la vida cotidiana, no solo las tipificaciones de otros que se mencionaron anteriormente, sino también tipificaciones de toda clase de hechos y experiencias, tanto sociales como naturales.
    El cúmulo social de conocimiento en conjunto tiene su propia estructura de relevancias.
    La distribución social del conocimiento de ciertos elementos que constituyen la realidad cotidiana puede llegar a ser sumamente compleja y hasta confusa para el que mira desde afuera.

  7. Saludos, compañeros:

    Prosigo con la segunda parte de mis comentarios, referente a la lectura del texto «Fundamentos del conocimiento en la vida cotidiana».
    La realidad cotidiana se construye con la existencia de objetos y subjetividades (instrumentos, normas, concepciones,etc, ya establecidos), con la interpretación por los hombres del mundo, con los comportamientos, pensamientos y acciones de los individuos, con los fenómenos sociales que se produccen en un tiempo y espacio como parte de la realidad, asimismo con la interacción de los individuos.
    Los tipos de interacciones que se viven en la realidad cotidiana, son interacciones cercanas de persona a persona, así las interpreto; los autores las denominan «cara a cara» , es un contacto presencial, inmediato, continuo y real de expresividad con el otro y se presenta un mutuo aprendizaje.
    Y las interacciones lejanas por así decirlo; es el contacto que se tiene con otras personas momentaneamente, a corto o largo plazo, sin tener un vinculo de «cara a cara» con ellos, se puede decir que son interacciones fugaces que no dejan huella o muy poca en nuestra persona, pero son interacciones que tiene todo ser humano en una realidad social cotidiana (se alejan de la persona y su presente «aquí y ahora»).
    El papel del lenguaje en la construcción de la realidad cotidiana, es fundamental e indispensable porque es el medio por el cual hay interacción entre los seres humanos, da sentido y significado a los objetos materiales existentes, dirige las interacciones de los individuos, y permite comprender la realidad de la vida cotidiana.
    Los esquemas tipificadores que se viven cotidianamente en el aula, en la categoría de «cara a cara» serían alumno (a)-maestro(a), alumna(o)-alumna(o), alumno-alumna; y a nivel escuela se viven otros esquemas más amplios.
    Seguimos en contacto.


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