Exploración docente

(A manera de bienvenida)

¿Conocen un telescopio? ¿Para qué sirve un telescopio? ¿Han usado un telescopio alguna vez? Pues bien, si no lo conocen o si nunca han usado alguno, no se preocupen, aquí conoceremos un gran telescopio y lo aprenderemos a usar y al mismo tiempo  contribuiremos a construir nuevos telescopios más  potentes (la autogestión).

Nuestro telescopio es la actualización docente. Este telescopio es sólo una herramienta que nos permitirá ver los confines últimos de la realidad docente.

Para aprender a usar esta herramienta es necesario conocer su funcionamiento y las  partes que  lo conforman.

Podemos definir nuestro telescopio (actualización) como un proceso permanente que los sujetos experimentan cuando tienen la  disposición de conocer-explorar  nuevos aportes científicos, tecnológicos y metodológicos relacionados con su campo de trabajo o de estudio y que  otros científicos-exploradores han elaborado.

Este telescopio nos permitirá visualizar lo que a simple vista no es evidente y cuando descubramos un nuevo objeto cósmico, lo más seguro es que no lo veamos con claridad, que se vea borroso, que a veces  ya no lo veamos porque de pronto  desaparece, (pero ya sabemos que está ahí); este objeto (realidad) es impredecible, es imprevisible, es emergente, es complejo. Como buenos escrutadores del universo esto no debe de acongojarnos, al contrario debe de alegrarnos y aceptar la nueva situación como un reto, si reconocemos de antemano que la realidad cósmica, la realidad física,  la realidad biológica, la realidad psicológica y la realidad social son sistemas que están en permanente movimiento y cambio. ¡Cuántas realidades hay por conocer!

Para ver con amplitud  y profundidad esta realidad es necesario enfocar bien nuestro telescopio y para ello usaremos unos instrumentos que llamamos: la filosofía,  la epistemología,  la sociología, la psicología, etc. Estos valiosos instrumentos, nos posibilitarán agudizar nuestros procesos mentales e ir desarrollando nuestras habilidades (unos le llaman competencias) de observación, de indagación, de reflexión crítica y la más importante y valiosa, nuestra capacidad innovadora (antes le llamaban creativa).

Así que amigos iniciamos esta aventura de exploración de la realidad para ir en busca del conocimiento  que hasta  este momento nos ha sido negado por la ilusión racional-positivista en que hemos vivido.

En este sentido debemos  estar pre-dispuestos  a  romper con  paradigmas que nos han mantenido en la comodidad-inactividad reflexiva que es muy dañina ya que los órganos encargados de llevarla a cabo se atrofian si no son usados. La ruptura paradigmática no es fácil ni sencilla, es necesario realizar un esfuerzo muy grande, aquí se aplica la ley de la inercia que dice a  mayor resistencia mayor es el esfuerzo que hay que realizar para producir movimiento. Pero con nuestros instrumentos   podemos  construir una palanca que nos permita movernos con mayor soltura, que no con menor complejidad.

La palanca es el grupo, es la ayuda entre nosotros, es el trabajo colaborativo, son las aportaciones de cada uno de de nosotros (todas son importantes y valiosas, no hay aportes sin valor), nuestra palanca-grupo nos permitirá dirigir nuestro telescopio a los objetos que queremos conocer y no perdernos en la inmensidad del universo-realidad.

Nuestras rutas interestelares serán la lectura, la escritura y el diálogo entre iguales. La ruta de la lectura nos llevará a conocer los objetos que otros exploradores han descubierto, la ruta de la escritura nos llevará a construir nuevos objetos y que expondremos para que otros exploradores los conozcan. La ruta del diálogo nos llevará a construir un nuevo mapa de la realidad social, (práctica docente, práctica escolar), para que tengamos la posibilidad de mejorarla, transformarla a nuestras necesidades particulares.

Explorador

Samuel Avilés Domínguez